El popular y aguerrido boxeador Brad Pauls se mantiene firme en su objetivo de revivir el momento de mayor orgullo de su carrera: volver a ceñirse el codiciado cinturón Lonsdale.
Conocido como ‘The Newquay Bomb’, Pauls destronó a Nathan Heaney el pasado mes de julio, enviando al popular peleador de Staffordshire a la lona antes de adjudicarse el título británico de peso medio con un espectacular desenlace en el duodécimo asalto.
Previo a ese combate, ambos se habían enfrentado en un empate que también brindó un espectáculo emocionante, considerado uno de los encuentros más vibrantes de 2024 en territorio británico.
Tras salir victorioso de la revancha, Pauls (19-2-1, 11 KOs) tuvo la oportunidad de medirse a otro rival nacional, esta vez Denzel Bentley, en diciembre pasado.
A pesar de realizar un esfuerzo titánico, el peleador de 32 años terminó sufriendo una derrota por decisión unánime, lo que lo obligó a replantearse su camino.
No obstante, a pesar del revés, Pauls nunca perdió la esperanza de que, después de encabezar dos carteleras consecutivas de Queensberry Promotions, su próxima aparición sería, al menos, televisada.
Sin embargo, tras más de seis meses de inactividad, el púgil afincado en Essex deberá regresar a los cimientos del deporte el 31 de mayo.
“Simplemente estoy feliz de volver a estar activo”, declaró Pauls. “No hay nada peor que estar fuera del ring, me mata absolutamente.”
“Hubiera sido genial volver a una cartelera de Queensberry, y es frustrante no poder, así que supongo que por ahora toca regresar al circuito de pequeñas salas.”
“Es un poco como ser rechazado. Te han dejado de lado y lo único que quieres es tener otra cita. Siguen diciendo que no, a veces ni siquiera responden tus llamadas, y tú sigues intentándolo. Pero eventualmente, tienes que buscar en otro sitio.”
Aunque ansía volver a colocarse en una posición destacada, Pauls no es ajeno al proceso menos glamuroso que precede a cualquier oportunidad que defina una carrera.
Sin duda, fue un camino largo y arduo el que lo llevó a ganar los honores británicos la primera vez, con cada giro y cada revés obligándolo a cuestionarse si todos los sacrificios habían valido la pena.
Y sin embargo, una vez que el cinturón Lonsdale estuvo finalmente en sus manos, una inmediata explosión de emoción le dio a Pauls todas las respuestas que había estado buscando.
“Fue la mejor noche de mi vida”, recordó. “Como no tuve nada durante tanto tiempo, la mayoría de la gente se habría rendido.”
“La mitad del tiempo pensé que estaba loco por siquiera creer que esto funcionaría. Así que, el hecho de que realmente funcionara, justificó todo.”
“Cuando fui creado, no me pusieron la parte que te hace rendirte. Era a toda costa: conseguir lo que quería del boxeo.”
“Pude haberme vuelto a vivir con mis padres, sin pagar alquiler y llevando una vida cómoda en Cornwall. Pero nunca habría podido vivir conmigo mismo si no le hubiera dado todo lo que tenía.”
“Así que ahora puedo decir honestamente, con la mano en el corazón, que le he dado todo al boxeo.”
Con ese momento grabado firmemente en su memoria, Pauls solo espera que una noche igualmente emocionante se materialice pronto.
Y así, mientras Kieron Conway y Gerome Warburton se enfrentan por su antiguo cinturón este sábado, parece haber una opción en particular que permanece en el primer plano de su mente.
“No hace mucho que tuve el título, y tan pronto como consiga una victoria, cabildear para ser el retador mandatorio [para el ganador de Conway vs Warburton] no está fuera de cuestión”, explicó Pauls.
“Así que seguiré muy de cerca [Conway vs Warburton]. Ya sea como mandatorio, o si el ganador me elige para una defensa voluntaria, me encantaría tener la oportunidad de recuperar mi título británico.”
“Me cae bien Kieron, es un buen tipo. Y después de hacer sparring con él, simplemente creo que sería una gran pelea. Creo que [nuestros estilos] encajarían bien, y confío en mis posibilidades contra él. Esa es una para el futuro, con suerte.”