English
Unbeaten middleweight Connor Coyle has, as might be expected, declared his innocence, claiming he was unfairly treated due to a `flawed` drug testing process.
Reports this week confirmed that the 35-year-old failed a drug test – the specific substance(s) are yet to be disclosed – after his February draw against Vito Mielnicki Jr.
Consequently, the New York State Athletic Commission (NYSAC) declared the fight a no-contest. However, this ruling seems to be part of a broader agreement, which Coyle (21-0, 9 KOs) reluctantly accepted, that includes additional terms.
Among these terms is a nine-month suspension. While similar infractions usually result in a one-year ban, Coyle’s legal team evidently managed to negotiate a more favorable resolution.
By shortening the ban, the NYSAC implicitly acknowledged the potential for irregularities in the drug testing procedure itself.
Coyle`s attorney stated officially: “Although my client and I vigorously challenged the precision of the testing process and raised significant concerns regarding procedural errors that undermined the reliability of the outcomes, Connor opted to accept this settlement to circumvent lengthy and costly legal battles.”
The attorney added: “Our investigation uncovered considerable problems with laboratory equipment malfunctions and testing protocols, which cast valid doubt on the findings.”
Echoing his lawyer`s sentiments, Coyle posted on Instagram:
“The testing was flawed. Lab failures and procedural errors rendered the results unreliable. I accepted the resolution to avoid a protracted, expensive fight — not because I was guilty. Clean from DAY ONE – I`ve never cheated and never will.”
The specific testing agency that identified the adverse finding has not been revealed, though it`s presumed Coyle’s samples were processed by a World Anti-Doping Agency (WADA) accredited laboratory.
Regardless, it`s a common strategy for a fighter`s legal team to point out lab testing issues, often leading to a reduction in the initial penalty.
Coyle is expected to undergo mandatory testing by November 14, after which he will be eligible to restart his professional boxing career.
Español
El invicto peso mediano Connor Coyle ha declarado su inocencia, como era de esperar, afirmando que fue tratado injustamente debido a un proceso de control antidopaje “defectuoso”.
Los informes de esta semana confirmaron que el púgil de 35 años no superó una prueba de drogas –la(s) sustancia(s) específica(s) aún no se han revelado– después de su empate en febrero contra Vito Mielnicki Jr.
En consecuencia, la Comisión Atlética del Estado de Nueva York (NYSAC) dictaminó la pelea como `sin resultado`. Sin embargo, esta decisión parece ser parte de un acuerdo más amplio que Coyle (21-0, 9 KOs) aceptó a regañadientes, y que incluye términos adicionales.
Entre estos términos se encuentra una suspensión de nueve meses. Aunque infracciones similares suelen resultar en una prohibición de un año, el equipo legal de Coyle evidentemente logró negociar una resolución más favorable.
Al acortar la suspensión, la NYSAC reconoció implícitamente la posibilidad de irregularidades en el propio procedimiento de control antidopaje.
El abogado de Coyle declaró oficialmente: “Aunque mi cliente y yo impugnamos enérgicamente la precisión del proceso de prueba y planteamos serias preocupaciones con respecto a errores de procedimiento que comprometieron la fiabilidad de los resultados, Connor optó por aceptar este acuerdo para evitar litigios prolongados y costosos.”
El abogado añadió: “Nuestra investigación reveló problemas considerables con fallas en los equipos de laboratorio y los protocolos de prueba, lo que generó dudas legítimas sobre la validez de los hallazgos.”
Haciéndose eco de las palabras de su abogado, Coyle publicó en Instagram:
“Las pruebas fueron defectuosas. Fallas de laboratorio y errores de procedimiento hicieron que los resultados no fueran fiables. Acepté la resolución para evitar una pelea prolongada y costosa, no porque fuera culpable. He estado limpio desde el DÍA UNO – nunca he hecho trampa y nunca lo haré.”
No se ha revelado la agencia de pruebas específica que identificó el hallazgo adverso, aunque se presume que las muestras de Coyle fueron procesadas por un laboratorio acreditado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
En cualquier caso, es una estrategia común que el equipo legal de un boxeador señale problemas con las pruebas de laboratorio, lo que a menudo conduce a una reducción de la sanción inicialmente impuesta.
Se espera que Coyle se someta a pruebas obligatorias antes del 14 de noviembre, después de lo cual será elegible para reanudar su carrera profesional en el boxeo.