La reconocida figura del boxeo, Frank Hopkins, ha fallecido, dejando un importante y duradero legado en el deporte. Frank Warren, director de Queensberry Promotions, confirmó la triste noticia a través de Twitter, expresando sus profundas condolencias. Se había informado que Hopkins se encontraba indispuesto recientemente.
El tuit de Warren decía: “Todos en Queensberry lamentamos profundamente el fallecimiento de Frank Hopkins. Un gran hombre que trabajó con muchos de nuestros boxeadores a lo largo de los años. Nuestras condolencias a su familia y amigos por su pérdida. Descansa en paz, Frank”.
Con sede en Emsworth, Hampshire, Hopkins dedicó su ilustre carrera a trabajar con cientos de boxeadores, siendo frecuentemente visto en la esquina de importantes combates de alto perfil. Pocos luchadores activos son tan reconocidos como Tyson Fury, y Hopkins formó parte del equipo de Fury durante su impresionante victoria por nocaut sobre Dillian Whyte en el Estadio de Wembley.
Se forjó una formidable reputación como un excepcional `cutman` (la persona encargada de tratar los cortes y las hinchazones de los boxeadores durante un combate), desempeñando un papel crucial en el desarrollo y el éxito del querido boxeador de Portsmouth, Tony Oakey. Es importante destacar que Oakey, excampeón de peso semipesado de la WBU, era también el sobrino de Hopkins.
A lo largo de su carrera, Frank viajó incansablemente por todo el mundo, incluyendo numerosos viajes a Estados Unidos, trabajando en la esquina en docenas de peleas por títulos mundiales. Conocido por su carácter siempre accesible y humilde, Hopkins a menudo expresó a los medios locales lo afortunado que se sentía de participar en tantos eventos boxísticos significativos y de gran envergadura.