El invicto boxeador australiano Justis Huni se prepara para enfrentar a Fabio Wardley en territorio ajeno este sábado. Sin embargo, Huni no busca una guerra de golpes, sino que espera superar y dominar boxísticamente al púgil inglés.
Wardley, con un récord de 18-0-1 y 17 KOs, llevaba tiempo anhelando pelear en Portman Road, el hogar de su querido club de fútbol, Ipswich Town. Finalmente, su deseo se cumple, ya que protagoniza el evento principal de la primera velada de boxeo que se celebra en este estadio de casi 30.000 asientos desde antes de la guerra.
Ahora, en su primera aparición tras dejar vacante el cinturón británico (Lonsdale Belt), el favorito de Ipswich busca dejar una impresión significativa en la escena mundial, donde actualmente ocupa el puesto número 1 en el ranking de la AMB.
Inicialmente, Wardley estaba programado para enfrentarse al ruidoso y quizás más comercial Jarrell Miller, pero una lesión del estadounidense le ha presentado a Huni, con un récord de 12-0 y 7 KOs, la oportunidad de arruinar la fiesta de Wardley y anunciar su propia llegada como una amenaza para la élite del peso pesado.
Huni, que aceptó la pelea con solo cinco semanas de antelación y ha estado entrenando en el gimnasio SharpStyle Boxing en Blackpool, reconoció que debe adaptarse a lo que anticipa que será una atmósfera ruidosa y hostil.
“Sé que va a ser ruidoso. Sé que habrá mucha gente en mi contra, pero al final del día, solo estaremos Fabio y yo en el ring y resolveremos nuestro asunto”, comentó Huni.
“Siento que no se puede ignorar [el hecho de que estoy en territorio enemigo]. Va a ser ruidoso y lo sé. Están todos allí para apoyar a su chico en su fiesta de regreso a casa”, añadió. “Así que creo que lo importante para mí es simplemente aceptarlo, absorberlo todo y salir a hacer mi trabajo”.
Wardley no puede permitirse subestimar a su nuevo oponente, quien ganó la medalla de bronce en el Campeonato Mundial de 2019 como amateur y habría representado a Australia en los Juegos Olímpicos de 2020 de no ser por una lesión en la mano. Este pedigrí, en contraste con la inexistente experiencia amateur de Wardley, hace que el plan de juego de Huni sea relativamente obvio. El púgil de 26 años confirmó que no tiene intención de ser arrastrado a una guerra de golpes con el potente británico.
“Ahí es donde él domina, [en una pelea de toma y daca]”, dijo Huni. “Es en esas `peleas de perros` donde todo está 50/50 y alguien más se queda ahí intentando devolverle los golpes. Así que, 100%, me gustaría simplemente usar mi habilidad boxística y superar a este chico con mi boxeo”.
“Realmente no hay necesidad de que me quede [a intercambiar golpes con él] y corra el riesgo de ser alcanzado por uno de sus grandes puñetazos”, explicó. “Definitivamente buscaré boxear de forma inteligente y mantenerme a distancia”.