Por asombroso que parezca, ya estamos en la semana del tan esperado combate de Ike Ibeabuchi.
Sí, así es. Ike Ibeabuchi, un destacado boxeador de peso pesado de finales de los 90, que no pelea desde marzo de 1999, cuando derrotó de manera contundente a Chris Byrd, está a punto de hacer su tan prometido y demorado regreso al ring. El púgil, ahora de 52 años, tiene previsto enfrentarse a Idris ‘Finito’ Afinni este sábado en el Estadio Teslim Balogun de Lagos.
Acompañado por equipos de prensa, Ibeabuchi llegó a Lagos el lunes por la noche. Había sido deportado a su Nigeria natal en 2021 tras cumplir una condena de 16 años de cárcel por agresión con intención y intento de agresión sexual, y posteriormente encarcelado de nuevo por violar la libertad condicional.
A pesar de no haber competido profesionalmente durante más de 26 años, Ibeabuchi declaró desafiante en una conferencia de prensa esta semana: “Estoy contento de mostrar a mi país de origen de qué estoy hecho. El largo parón no significa nada. He estado entrenando y estoy preparado para demostrarlo el 23 de agosto.”
El combate Ibeabuchi-Afinni ha provocado sentimientos de incredulidad, disgusto e intriga a partes iguales. Sin embargo, Miyen Akiri de Prizefighting.tv, la nueva entidad promocional que ha organizado la pelea, insistió: “Este evento es el combate de boxeo más grande en la historia de Nigeria, y estos dos tipos están luchando por sus vidas. Así que será una pelea muy peligrosa para ambos.”
Akiri añadió: “Este es un evento verdaderamente histórico, que marca el esperado regreso de Ike ‘El Presidente’ Ibeabuchi después de más de 26 años fuera del ring. Es un regreso a casa para él. Los aficionados pueden esperar ver a un Ibeabuchi decidido y concentrado. Su oponente, Idris ‘Finito’ Afinni, es un luchador formidable que buscará hacerse un nombre. Esto no es solo un regreso; es un choque entre una leyenda del boxeo y un competidor hambriento y peligroso. El ganador se convertirá en el boxeador más célebre de Nigeria.”
“La mayoría de la gente piensa que Ike simplemente aplastará a Idris. Pero aquellos que conocen a Idris, saben que es muy poco probable. Sí, Ike es la estrella, pero Idris puede ser el aguafiestas. Si Idris gana, su vida será completamente diferente financieramente. Idris es un hombre muy religioso, cuando se le notificó que había sido seleccionado para desafiar a Ike, fue a un campamento especial de oración religiosa durante dos días para rezar. Este hombre será peligroso. Aunque Ike ha estado fuera del ring durante 26 años, tiene una enorme diana en su espalda.”
Ibeabuchi tenía previsto enfrentarse inicialmente al británico Danny Williams, hasta que este se retiró por lesión. Akiri explicó los motivos de la retirada: “Todos los exámenes médicos de Danny resultaron limpios, incluidas sus resonancias magnéticas. Danny estaba entrenando duro para esta pelea, probablemente demasiado, porque se lesionó durante el entrenamiento.”
“Puedo decirles que [Danny] estaba entrenando absolutamente para noquear a Ike… Idris planea lo mismo. Idris me ha dicho que, si gana esta pelea, él será el hombre. Y él quiere ser el hombre. Así que los aficionados deben esperar una pelea muy dura.”
Akiri continuó sobre Afinni: “Idris es un campeón de peso crucero y un pegador. El ochenta y tres por ciento de sus victorias han sido por nocaut. Ike es un boxeador de renombre mundial. Si le gana a Ike, todo su mundo cambiará financieramente. Una victoria sobre Ike le permitiría convertirse en un hombre muy rico financieramente en Nigeria. Se convertirá en `el hombre`. Luchará para cambiar su vida, lo que lo hace muy peligroso.”
Cuando se le hicieron acusaciones de que Ibeabuchi no debería estar peleando a su edad avanzada, Akiri respondió: “Si una persona está sana, sin importar la edad [y] pasa todas las pruebas médicas, Prizefighting.tv cree que debería poder redimirse. Todos tienen derecho a perseguir su sueño, sin importar su edad.”
Akiri invocó entonces las palabras del expresidente Theodore Roosevelt —un gran aficionado al boxeo, por cierto— en apoyo de su argumento: “No es el crítico quien cuenta; no el hombre que señala cómo tropieza el hombre fuerte, o dónde el hacedor de hazañas podría haberlas hecho mejor.
“El crédito pertenece al hombre que está realmente en la arena, cuyo rostro está desfigurado por el polvo, el sudor y la sangre; que se esfuerza valientemente; que se equivoca, que se queda corto una y otra vez, porque no hay esfuerzo sin error y sin deficiencia; pero que realmente se esfuerza por hacer las obras; que conoce grandes entusiasmos, grandes devociones; que se entrega a una causa digna; que en el mejor de los casos conoce al final el triunfo del alto logro, y que en el peor de los casos, si fracasa, al menos fracasa mientras se atreve grandemente, de modo que su lugar nunca estará con aquellas almas frías y tímidas que no conocen ni la victoria ni la derrota.”
En resumen, Akiri concluyó, volviendo a sus propias palabras y no a las de Roosevelt: “Un hombre debe perseguir algo, aunque no sea más que un conejo.”
¿Conejos? ¿Roosevelt? ¿Un hombre de 52 años que insiste en que aún puede convertirse en campeón mundial de peso pesado?
Sí, solo una semana de combate de Ike Ibeabuchi podría ser tan surrealista.