Un hombre de 38 años de la ciudad de Yasu fue arrestado por la policía japonesa bajo sospecha de amenazas de violencia y obstrucción de la actividad comercial.
El individuo envió numerosos correos electrónicos al templo Kurumazaki en Kioto, fundado en 1189. En los mensajes, afirmaba que el “santuario maldito tarde o temprano ardería en un incendio misterioso” y amenazaba con “golpear hasta la muerte” a quienes trabajaban allí.
Tras su detención, el hombre explicó que su intención era expresar su descontento con la nueva apariencia de las redes sociales del templo. En particular, le desagradó el avatar con una chica de estilo anime, creada por la administración del templo utilizando inteligencia artificial generativa. Aunque otros usuarios también mostraron su inconformidad, este individuo fue el único en recurrir a amenazas y acciones ilegales.