El campeón de boxeo ucraniano Oleksandr Usyk ha extendido una invitación al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, instándole a visitar su país para ver de primera mano la situación y cumplir su promesa de poner fin a la guerra.
Usyk, el actual campeón indiscutido de peso pesado con un récord de 23 victorias (14 por nocaut) sin derrotas, se encuentra en plena preparación para su revancha contra Daniel Dubois, programada para el 19 de julio en Londres. A pesar de estar concentrado en su entrenamiento, el boxeador se tomó un tiempo para expresar su frustración con Donald Trump.
Durante su campaña presidencial, Trump hizo la audaz afirmación de que podría poner fin al conflicto en Ucrania en tan solo 24 horas si regresaba a la Casa Blanca. Sin embargo, esta promesa no se ha materializado, lo que ha generado decepción entre quienes continúan defendiendo su tierra natal de la invasión rusa.
Aumentando la preocupación, en febrero Trump supuestamente hizo comentarios públicos despectivos hacia el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. Aun así, Usyk mantiene la esperanza de influir en la perspectiva del expresidente y sigue luchando con urgencia por su país.
“Donald Trump, por favor, abra sus ojos, ayude a mi gente”, dijo Usyk en una entrevista con CNN. “Debería ser responsable de las palabras que dijo. Dijo que en un mes o un día detendría esta guerra. No es responsable de sus palabras. ¿Por qué habla?”.
Usyk continuó, ofreciendo una invitación personal: “Le ofrezco mi casa. Que venga a Ucrania. Le daré mi casa y mis guardaespaldas. Garantizaré su completa seguridad. Que viva en mi casa durante una semana y vea cómo vuelan los cohetes sobre ella y cómo vive la gente en Ucrania”.
El llamado de Usyk a buscar más apoyo coincide con un momento en que Trump ha respondido de manera contundente a una serie de protestas en Los Ángeles. Estas manifestaciones surgieron tras recientes redadas migratorias que resultaron en arrestos, con el objetivo de detener y deportar migrantes.
Trump ha tomado medidas extremas, desplegando alrededor de 2,000 tropas de la Guardia Nacional, lo que ha sido interpretado como un intento de reprimir las protestas, en gran parte lideradas por la comunidad hispana. Así, mientras la situación en Los Ángeles se vuelve más volátil, Usyk sigue intentando atraer la atención sobre la guerra en Ucrania, que ya se extiende por más de tres años.