El contendiente de peso súper mediano Pavel Silyagin extendió su racha invicta al asegurar una victoria dominante por decisión unánime sobre Carlos Gongora en un combate a ocho asaltos celebrado en Brest, Bielorrusia.
En su primera aparición del año 2025, Silyagin (16-0-1, 7 KOs) mostró una actuación sólida frente al experimentado boxeador ecuatoriano. Utilizó con eficacia su ventaja de tamaño y alcance para acumular puntos desde la distancia, asegurando así un triunfo convincente.
Con 35 años, Gongora (23-4, 17 KOs) ha tenido, sin duda, momentos mejores en su carrera, pero la actuación de Silyagin fue notable. El púgil oriundo de Novosibirsk controló el ritmo del encuentro de principio a fin, castigando al cauto Gongora con golpes rectos a través de su guardia zurda durante todo el combate.
La diferencia en el atletismo fue evidente desde el asalto inicial. El ágil jab de izquierda de Silyagin contrastaba marcadamente con el trabajo más laborioso y forzado de Gongora.
Un gancho de izquierda corto de Silyagin en el segundo asalto amenazó con abrir momentáneamente las defensas de Gongora, pero el experimentado zurdo logró superar la embestida posterior.
Ahora, casi cinco años después de su sorprendente victoria sobre Ali Akhmedov que impulsó su carrera, Gongora, que parecía algo desgastado, tuvo solo breves destellos de éxito a lo largo de la pelea. Batalló significativamente con el jab y el control de la distancia de Silyagin. Sin embargo, en el tercer asalto, la mano izquierda recta de Gongora conectó por primera vez, aunque hizo poco para detener la respuesta del ruso.
Los asaltos intermedios siguieron un patrón similar. Silyagin continuó dictando el ritmo desde el centro del cuadrilátero, haciendo retroceder a Gongora con ráfagas de golpes rectos y gestionando sin problemas las respuestas cada vez más esporádicas de su oponente.
Una sólida mano derecha recta hacia el final del sexto asalto hizo que Gongora comenzara a desmoronarse un poco; sin embargo, Silyagin no pudo capitalizar esa oportunidad. De hecho, al revisar la pelea, el boxeador de 31 años podría sentir que descuidó atacar el cuerpo del veterano y que, en ocasiones, fue un poco predecible en sus ataques.
A pesar de ello, Silyagin manejó el resto del combate con mínimos problemas, ganando, posiblemente, el séptimo y octavo asalto de manera más clara que los seis anteriores.
No hubo un final espectacular para ninguno de los dos, con Silyagin emergiendo como un ganador claro y merecido al sonar la campana final. Aunque en retrospectiva, podría considerar que pudo haber conseguido un nocaut si el combate hubiera sido pactado a diez asaltos, o si hubiera enfocado sus ataques al cuerpo. El evidente alivio de Gongora al escuchar la campana final, sin embargo, dice mucho sobre su posición actual en la jerarquía del peso súper mediano (168 libras). Un hombre que no hace mucho era considerado un contendiente peligroso en la división, parece haber llegado al final de su camino.