Solomon Dacres logró una victoria significativa en el Estadio de Wembley, derrotando a Vladyslav Sirenko en diez asaltos, un triunfo que impulsa su carrera hacia futuras oportunidades de título.
Los jueces puntuaron unánimemente el combate a favor de Dacres, con tarjetas de 98-92 (Lee Every), 99-92 (Victor Loughlin) y 99-91 (Marcus McDonnell). Dacres controló consistentemente la pelea, dominando el espacio del ring durante todo el encuentro.
Esta impresionante actuación marca un fuerte regreso para Dacres, quien previamente sufrió una rápida derrota por nocaut en el primer asalto ante David Adeleye, demostrando su destreza y control en el boxeo.
Consciente del formidable derechazo de Sirenko, Dacres se movió con cautela, aunque sin intimidarse. A pesar del poder de Sirenko, evidente en su récord, Dacres conectó golpes rápidos desde la distancia y manejó eficazmente la lucha en el cuerpo a cuerpo contra el púgil ucraniano.
Para el cuarto asalto, el guerrero de Warley mostró signos de fatiga pero mantuvo su compostura. La nariz de Sirenko comenzó a sangrar en el quinto. Los persistentes golpes al cuerpo de Dacres, a menudo subestimados, fueron cruciales, ya que conectó ganchos a la sección media de Sirenko, agotando visiblemente a su oponente a medida que la pelea avanzaba hacia el séptimo asalto.
Dacres no solo aseguró la victoria, sino que lo hizo con notable facilidad. Sirenko, obstaculizado por su lento movimiento, tuvo dificultades para acortar la distancia y asestar golpes impactantes.
En el noveno asalto, Solomon Dacres lanzó un uppercut que hizo que la cabeza de Sirenko se sacudiera hacia atrás, acercándolo a su victoria definitiva. El árbitro Bob Williams tuvo poco que hacer más allá de emitir algunas advertencias por codazos de Dacres.
Esta derrota envía al ex campeón de peso pesado de la OMB Asia Pacífico, Vladyslav Sirenko, de nuevo a la mesa de dibujo, con su récord ahora en 22-1 (19 KOs). Por el contrario, el victorioso Solomon Dacres mejora su récord profesional a 10-1 (3 KOs).