Sáb. Sep 6th, 2025

Terry Marsh: La Extraordinaria Vida de un Campeón Invencible

Terry Marsh es una figura singular en el mundo del boxeo, destacándose por ser el único campeón mundial británico en retirarse invicto. Antes de alcanzar la veintena, su carrera amateur ya era impresionante, con más de 200 combates y títulos como dos campeonatos ABA Junior, el Nacional Escolar y el NABC. Sin embargo, en su vida personal, se encontraba en una encrucijada.

Un Giro Inesperado: Del Viaje Diario a los Royal Marines

En 1978, mientras viajaba en tren y reflexionaba sobre el monótono trayecto a Londres, un anuncio captó su atención: un desafío para unirse a los Boinas Verdes. “Pensé para mis adentros: `No estoy muy entusiasmado con esto de los viajes diarios`”, recuerda Marsh. Así, decidió embarcarse en una nueva aventura y convertirse en un Royal Marine.

Durante cuatro años, Marsh sirvió como oficial, con períodos de seis meses en Crossmaglen, Irlanda del Norte, y en Chipre bajo el paraguas de las Naciones Unidas. A la par de su servicio militar, continuó brillando en el cuadrilátero como miembro del equipo de boxeo de la Royal Navy, logrando tres títulos senior de la ABA. Sus victorias incluyeron el campeonato de peso ligero en 1978, el de peso wélter en 1980, y un triunfo en 1981 contra el futuro campeón mundial, Chris Pyatt.

Lecciones de Derrotas y Decisiones Difíciles

Paradójicamente, Marsh prefiere rememorar la única competencia que no ganó: la final de la ABA de 1979 contra Eddie Copeland. “Recuerdo los dos primeros minutos del primer asalto, pero no recuerdo nada después”, confiesa. Tras recibir un conteo de pie en el primer asalto, se recuperó en los dos siguientes, lo que llevó a un empate mayoritario (59-59) en las tarjetas de dos jueces. Aunque aceptó la derrota, Marsh valora la experiencia: “Esa pelea me enseñó que, si me atrapaban, tendría reservas en el tanque. Mi hermano, a quien tengo en alta estima, pensó que esa fue mi mejor actuación como amateur, y lo acepto como verdad”.

Terry Marsh durante una pelea amateur o profesional.
Terry Marsh en acción, un testamento a su resiliencia en el ring.

Su camino hacia los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 se vio truncado de forma inesperada. A pesar de haber ganado el título ABA en peso wélter, se esperaba su selección olímpica. Sin embargo, la Asociación le exigió una “box-off” contra Joey Frost, a quien ya había vencido. Molesto por lo que consideró una decisión injusta, Marsh interpretó que la situación estaba diseñada para que solo Frost fuera seleccionado si ganaba. Optó por no participar en el desempate y, en su lugar, regresó a servir en Irlanda del Norte.

El Salto al Profesionalismo y el Único Empate en su Récord

En 1981, Marsh conquistó la medalla de oro en los Multi-Nations en Manila, poco antes de dar el salto al boxeo profesional en octubre de ese mismo año. Tras acumular seis victorias consecutivas en cinco meses, se enfrentó a Lloyd Christie en un combate que resultaría en el único “empate” de su impecable récord profesional.

“Sé que suena extraño, pero me alegro de que fuera un empate”, explica Marsh. Un corte sufrido durante un sparring la semana anterior a la pelea le generó una mentalidad negativa. “Pensaba: `Tienes un corte. La pelea se detendrá`”, recuerda. Esta actitud casi le cuesta la victoria, pero le dejó una valiosa lección: “Si alguna vez volvía a tener un corte, simplemente tendría que ir a por todas y pelear cada asalto como si fuera el último”. Y así lo aplicó en su carrera.

Terry Marsh celebrando una victoria.
Un momento de triunfo en la distinguida carrera profesional de Terry Marsh.

El 26 de abril de 1983, Marsh disputó su primer título profesional, el cinturón del Área Sur, contra el jamaicano Vernon Vanriel. Aunque inicialmente pensó que sería una pelea sencilla, Vanriel lo sorprendió con un potente golpe en el tercer o cuarto asalto. “Pensé: `No podré soportar otro de esos`”, admite Marsh. Reaccionó con determinación, empujó el ritmo, trabajó con su jab y adoptó una postura más agresiva, asegurando finalmente la victoria por puntos.

“El Bombero Luchador”: Un Retiro Inesperado y un Triunfal Regreso

Una lesión en la mano, sufrida en la pelea contra Vanriel, llevó a Marsh a un retiro temporal y a iniciar una nueva carrera como bombero, ya que el boxeo no le era económicamente viable. Sin embargo, su nombre seguía ascendiendo en los rankings, y pronto se le ofreció una eliminatoria por el título británico. Marsh, viendo una buena oportunidad económica, aceptó y venció a Tony Sinnott, lo que lo llevó a desafiar a Clinton McKenzie por el título británico de peso superligero en septiembre de 1984.

A pesar de sus dudas iniciales (“Probablemente me ganarán, pero pagaré mi descubierto bancario”), Marsh dominó a McKenzie, un zurdo de gran resistencia, y se coronó campeón británico por puntos, demostrando que sus cálculos iniciales sobre la derrota estaban equivocados.

Campeón de Europa y la Batalla Interna

Para octubre de 1985, con un impresionante récord de 19-0-1, Marsh se preparaba para enfrentar al italiano Alessandro Scapecchi por el título europeo superligero. Existía una gran expectativa, ya que inicialmente se había negociado una pelea mucho más lucrativa contra Patrizio Oliva, campeón olímpico y europeo, por la que Marsh habría ganado una suma considerable. Sin embargo, Oliva abandonó el título para buscar un campeonato mundial, dejando a Marsh con una bolsa significativamente menor para la pelea con Scapecchi, algo que le molestó profundamente.

El combate contra Scapecchi estuvo marcado por una persistente lesión en la mano de Marsh. Decidió no retirarse para no perder su posición en la línea de aspirantes. Se administró un anestésico local, pero este comenzó a disiparse durante los largos himnos nacionales previos a la pelea. “Al empezar a lanzar el jab, la sensación era que esto me iba a doler más a mí que a ti”, relata Marsh. Un corte temprano en la pelea le hizo temer no poder aguantar los 12 asaltos.

Adoptando una estrategia teatral, sonriendo y guiñando al público para no dar razones al árbitro para intervenir, Marsh se mentalizó para luchar cada asalto como si fuera el último. Inesperadamente, en el sexto asalto, Scapecchi sufrió una lesión en el hombro y la pelea fue detenida. Marsh, de repente, se encontró con el título europeo y sus sueños de un campeonato mundial convertidos en realidad.

La Cima del Mundo y un Retiro Invicto

Después de cinco combates más, incluyendo dos defensas exitosas de su título europeo, Terry Marsh enfrentó al campeón superligero de la IBF, el estadounidense Joe Manley, el 4 de marzo de 1987. A pesar de su experiencia previa con Oliva, Marsh confesó no sentir emoción por la pelea hasta el momento en que sonó la campana, recuperando su confianza una vez en el ring.

Incluso, el promotor Mickey Duff intentó apostar una suma considerable por Manley, pero el hermano de Marsh, que trabajaba en una casa de apuestas, animó a aceptar la apuesta. Marsh dominó la pelea, estando muy por delante en las tarjetas antes de detener a Manley en el décimo asalto para coronarse como el nuevo campeón mundial de la IBF.

Cuatro meses después, el 1 de julio de 1987, Marsh defendió su título contra el japonés Akio Kameda en el Royal Albert Hall. Esta pelea, que Marsh ganó, también sería su última como boxeador profesional. Se retiró como un campeón mundial invicto, con un impresionante récord de 26 victorias, 0 derrotas y 1 empate, habiendo participado en más de 200 combates entre su carrera amateur y profesional.

El promotor Frank Warren, en el programa de esa noche, escribió: “Terry y yo hemos recorrido un largo camino desde 1981, y ha sido un privilegio haber estado involucrado con un hombre tan distinguido dentro y fuera del ring. Él insiste en que esta será su última pelea. Junto con todos los demás, espero que no lo sea, pero por supuesto, si eso es lo que él quiere, respetaré su decisión. De cualquier manera, hagamos de esta una noche memorable”.

Marsh admitió que ya había tomado su decisión, aunque la tentación de una posible pelea de 500,000 libras contra Hector Camacho lo hizo dudar. “Puede que haya sido una quimera”, dice, “pero quería la oportunidad. Desafortunadamente, nunca se dio”.

Controversia y un Sorprendente Regreso al Ring (de Ajedrez-Boxeo)

El 30 de noviembre de 1989, Marsh acaparó los titulares por motivos desafortunados, siendo el principal sospechoso en el tiroteo del promotor Frank Warren. Fue acusado de intento de asesinato y pasó 10 meses en prisión preventiva antes de ser absuelto. Marsh recuerda su arresto: “Me molestó un poco, a decir verdad. Me arrestaron y me invitaron a interrogarme o lo que fuera. Me arrestaron en un aeropuerto, pero estaba entrando al país, no saliendo, a diferencia de cómo muchos lo presentaron, lo que dio una impresión de que parecía un fugitivo que intentaba irse. Todo fue muy dramático por parte de la policía”.

El 13 de junio de 2015, a los 57 años, Terry Marsh hizo un sorprendente regreso al ring, fusionando dos de sus grandes pasiones: el boxeo y el ajedrez. Se enfrentó al campeón mundial de peso mediano de la Asociación Mundial de Ajedrez-Boxeo, Dymer Agasaryan de Armenia. Marsh, quien había sido campeón escolar de ajedrez en Londres en 1969, demostró su destreza en ambas disciplinas, ganando la partida final con un marcador de 57-23.

Terry Marsh compitiendo en ajedrez-boxeo.
Terry Marsh combinando sus habilidades en el ajedrez y el boxeo.

Marsh explica la particularidad del ajedrez-boxeo: “Con el formato de ajedrez-boxeo, no haces el mejor movimiento, haces el movimiento más seguro, que es lo mismo que a veces ocurre en el boxeo, donde no te lanzas a tope y lanzas todos tus mejores golpes, tienes que usar una estrategia”. Subraya la diferencia en el ritmo necesario para ambas facetas.

Su estrategia contra Agasaryan, un joven de 23 años, campeón mundial juvenil de levantamiento de pesas y profesor de ajedrez, fue clara. Aunque Agasaryan era considerado un mejor ajedrecista, Marsh se veía a sí mismo como un “corredor de maratón” frente a un “velocista”. “Pensé: `Si puedo hacer que use esos músculos y hacerle trabajar, podría tener problemas desde el punto de vista cardiovascular y eso podría dificultarle un poco el pensamiento para el ajedrez y hacerle cometer errores`”, revela Marsh. La táctica era forzar un combate físico para desgastarlo mentalmente.

A pesar de un incidente en el que perdió dos minutos en el reloj debido a una confusión sobre quién debía mover, Marsh logró una posición favorable en el ajedrez y forzó el empate en esa faceta. En el último asalto de boxeo, Marsh se impuso, ganando la pelea. Agasaryan pidió una revancha, a lo que Marsh respondió con humor: “¡Porque ahora puedes ver que no puedo golpear!”.

Marsh colgó los guantes de nuevo a los 57 años, con un récord en ajedrez-boxeo de tres victorias sin derrotas, incluyendo una victoria por jaque mate, una por tiempo y otra por decisión por puntos.

Ahora, a sus 67 años, no hay que descartar que “El Bombero Luchador” acepte otro desafío.

By Isidro Montero

Isidro Montero es un periodista barcelonés con un enfoque único en la cobertura deportiva. Comenzó informando sobre competiciones locales, y ahora sus artículos sobre ciclismo, baloncesto y deportes acuáticos se leen en todo el país.

Related Post